El viejo y yo
El
viejo se mantenía callado. Lo había saludado con un gruñido y dejo la mano del
otro colgando cuando este la extendió para estrechar las de él.
El
muchacho se sentó y comenzó:
–Usted sabe que tiene que apoyarme,
seguramente lo ha visto, pero su repuesta negativa francamente me sorprendió. Quizás
se equivocó debería verlo de nuevo.
El
otro ni se inmuto.
–Piense en su propia historia. Lo que le hizo
el general en el ´46. El tema nunca resuelto con Marechal – continuó el joven.
El
viejo interrumpió:
–Todo
es historia. Lo suyo no sirve. Usted está para otra cosa. Me dicen que es un
buen poeta.
–Lo
soy, pero lo que le traje es superior, si lo revisa y me apoya con esto no se
va a arrepentir.
–Usted
está loco o tiene alguna especie de obsesión– afirmó el viejo.
–Si
hace memoria la historia se repite, con Macedonio en la crítica de Vigilia
usted se equivocó.
–No
me equivoqué, me excedí.
–Bueno
como sea, el caso es que conmigo se equivoca, se apresura o se excede –dijo el más
joven con seguridad– Tiene que volver a
verlo, analizarlo detenidamente.
El
viejo se movió en su silla incomodo, carraspeo y se acomodo los lente. El otro
seguía diciendo:
–Estoy
seguro que le va a gustar, lo que pasa es que a primera impresión no se nota el
estilo, no se aprecia la cadencia ni el ritmo.
–Estilo,
cadencia y ritmo es propio de la poesía. Usted es un poeta. Siga con la poesía.
–Puedo
hacer las dos cosas –afirmó el más joven. Y continuó– Yo le dejo el material de
nuevo. Lo corregí una vez más. Usted lo revisa, y cuando haya cambiado de
opinión me llama.
El
viejo asintió con la cabeza y pregunto:
–
¿Por qué me hace esto? Ya le dije que lo que usted hace bien es la poesía. Lo recibí
por cortesía, pero sinceramente no entiendo su actitud. ¿Sería tan amable de
explicarme?
–Vea
–explico el otro–. A usted lo marginaron, lo dejaron de lado. Tardaron mucho tiempo
en darle el lugar que se merece. Lo humillaron en muchas oportunidades.
–
¿Y qué tiene que ver mi historia con usted?– interrogó el anciano.
–Es
que en mi se repite– afirmó el otro.
–
¿De qué manera? Usted es joven y exitoso, no hay parangón con mi historia
personal. Además a mi mismo no me afectó en nada lo que usted dice.
–Quizás
no –insistió el joven–, usted tiene
razón, yo soy exitoso como poeta. Pero los críticos maltratan mi arte diciendo
que es escritura comercial, sin vuelo, que no puedo hacer más que esto. Por eso
necesito su apoyo. ¡Para cerrarles la boca a estos tipos!
–
¡Los críticos son inquisidores! –afirmó el viejo– No les haga caso, además, no cambiarían
su opinión por más que yo lo apoye a
usted con esto.
–No
se trata de cambiar la opinión de los críticos sino de que no se repita la
historia– dijo el muchacho.
–Bueno
veo que usted además de poeta es un buen insistidor.
–Espero
no sea en vano –dijo el visitante y agregó– le dejo el trabajo y usted me
llama.
–Está
bien pero no creo que cambie mi parecer –manifestó el geronte–. Cierre la
puerta al salir.
El
más joven se levanto de la silla y extendió la mano que quedo colgando nuevamente.
Sin decir nada se retiró cerrando la puerta tras de sí.
Borges
se incorporo de su asiento tanteando el escritorio con una mano y tomando con
la otra su bastón. Pasó sus dedos sobre el trabajo dejado por el joven y leyó
en braille: “Los cuentos del poeta”.
Seguro
de su posición vertical levanto los escritos del muchacho con delicadeza y los
apretó contra su pecho. Hizo unos movimientos con el bastón hasta que este dio
con el zócalo de la biblioteca. Camino en diagonal hacia la esquina occidental
del estudio, percutió con el báculo hasta que sintió el ruido metálico del
basurero. Se inclinó con dificultad y arrojo dentro los papeles dejados por el
más joven.
Un gigante mi amigo! Un abrazo muy grande desde argentina mi compañero!!
ResponderEliminarMarquitos Sanatrelli...que placer encontrarlo por estos lares...Borges...nunca lei ninguna novela de este gran escritor Argentino o europeo...o europeoargentino...veo que Don Vespucio no se anda con chiquitas...sorprendente el cuento,o es una cronica?.Salio publicado en un multimedio local...un multiescritor extranjero...eso si es una noticia...cuantas genialidades tenes guardadas en los cajones,para cuando un libro completo que sacie la hambruna intelectual...esperare...escuchando Jazz, viendo alguna pelea de box...
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