La rebelión de los nadie

A continuación paso revista de mis tropas, 

a mi izquierda la infantería:

Compuesta por miles de niños:

niños sin techo, chicos de la calle;

pertrechados con sonrisas blanquísimas,

secadores de vidrio, revistas comunitarias y el estomago vacío.

Detrás de mí verán a la gloriosa caballería:

Armados hasta los dientes con cartones en desuso, vidrios rotos,

aluminio reciclable y su arma más poderosa:

Los carros de combate con tracción a sangre.

En la caballería no hablare de miles;

esta tropa consta de millones, de efectivos guerreros.

A mi derecha podrán divisar a la oficialía mayor de mi ejército:

Los desocupados del sistema.

Altamente entrenados en la lucha, esta fuerza de elite,

cuenta con armas muy poderosas y realmente mortales para ustedes:

la fe intacta y la dignidad no negociada.

En la retaguardia de este batallón podrán ver ustedes, a las fuerzas auxiliares:

jóvenes analfabetos con sus manos llenas de libros

y sus cerebros ansiosos por aprender.      

También ancianos sabios con la espalda cansada de tanto olvido.

y las ganas intactas de cambiar algo.

Y también madres, mujeres sin hijos:

porque a sus hijos, de una u otra forma, ya los mato vuestro sistema.

Quiero hacerles saber que adhieren a esta asonada patriota:

Los poetas desconocidos, los educadores deseducados,

los estudiantes reprimidos, los trabajadores oprimidos.

Los vagos, los crotos, los cirujas, los locos;

En definitiva: Todos los nadie, apoyan este levantamiento.

En vista de lo antedicho y considerando las consecuencias

que puedan derivarse de esta rebelión.

Yo: Don Nadie.

Intímo a ustedes para que en el perentorio e improrrogable

plazo de veinticuatro horas, nos entreguen el poder de gobierno del país

para hacer una revolución:

La revolución de los pobres, los desocupados, los analfabetos,

de los reprimidos, de los oprimidos, de los locos, los poetas,

de los cartoneros, de los chicos de la calle.

La revolución de los desconocidos.

La revolución de los hambrientos,

los ancianos, los olvidados,

de las madres, de los hijos,

de los maestros, de los estudiantes.

La revolución de los nadie.